La nueva fuerza, que surgió al calor de los pañuelos celestes que se oponían a la despenalización del aborto y que logró colar seis diputados provinciales, atraviesa el primer gran escándalo luego que un integrante del equipo de asesores denunciara en la justicia a los legisladores católicos.

Se trata de los diputados Nicolás Mayoraz y Natalia Armas que ingresaron junto a los evangélicos Walter Ghione y Juan Domingo Argañaráz en la lista que encabezó la mediática Amalia Granata.

Con más de 300 mil votos, Somos Vida fue la gran sorpresa de las elecciones pasadas al superar a Cambiemos y quedar a muy pocos votos del peronismo. Sin embargo, la alianza entre la panelista, católicos y evangélicos duró un suspiro y Granata terminó formando un bloque aparte junto a la santafesina Betina Fiorito.

La confabulación entre católicos y protestantes para desplazar a la vedette de la presidencia del bloque celeste terminó de minar en pocas semanas el armado que prometía tener una fuerte incidencia en la política santafesina.

Ahora, la denuncia penal contra Nicolás Mayoraz y Natalia Armas presentada por un ex empleado produjo un gran escándalo en los grupos pro-vida. En diálogo con La Política Online, el damnificado Emiliano Peralta contó cómo los diputados pretendieron, según su declaración, quedarse con la mitad del sueldo:

"Nosotros habíamos acordado un sueldo de 50 mil pesos", explicó Peralta quien es un joven abogado de la ciudad de Reconquista. "Pero en febrero veo que tengo depositado 110 mil pesos, lo cual me genera una gran sorpresa que fue aún mayor cuando Mayoraz me pide que reintegre la mitad".

  Nicolás Mayoraz, diputado y presidente del bloque "Somos Vida y Familia"  

Según relata en la denuncia presentada en el Ministerio Público de la Acusación de Reconquista, el diputado católico le explicó a Peralta que ese dinero iba a ser destinado a gastos de la militancia pro-vida, por lo cual el empleado le ofreció hacerle una transferencia pero Mayoraz rechazó esa modalidad y le pidió que se lo reintegre en efectivo.

"Al otro día, fui a la comisión de Promoción Comunitaria en el Ministerio de Desarrollo Social y cuando volví a mi casa comuniqué mi renuncia por whatsapp porque no quería prestarme a esos manejos", detalló el denunciante.

Además, la diputada Natalia Armas nombró a su hermano en el bloque pero como no quería que figure en su nómina de colaboradores, lo terminó contratando Mayoraz y Armas a Peralta. "Nicolás fue mi mentor", se lamentó el joven de pañuelo celeste.

"Como abogado tengo la obligación ética de denunciar estas maniobras poco transparentes porque además, no fui el único perjudicado. Algo parecido pasó con María José Benítez quien nos asesoraba en medios y redes y se terminó yendo por el mismo motivo y si bien no hizo ninguna denuncia va a dar su testimonio a la justicia", adelantó Peralta.

Si bien, la renuncia se produjo el 21 de febrero, "tuve que hacer la denuncia a la justicia y a la opinión pública ahora porque Mayoraz empezó a decir en los medios de Reconquista, donde todo el mundo me conoce, que me fui a trabajar por dinero con el Diablo", haciendo alusión a Granata.

Según Peralta, quien ocupó el séptimo lugar en la lista de diputados de Somos Vida, no tiene ningún interés en la remoción de Mayoras de la Legislatura: "yo hice expresa renuncia a ocupar una banca si se lo desplaza a Nicolás. De hecho, no sé si corresponde que suceda eso, lo definirán los diputados", se atajó.

Ahora, el expediente que se había presentado en la fiscalía de Reconquista pasó al fuero de Santa Fe donde acontecieron los sucesos.

Natalia Armas, diputada del bloque "Somos Vida y Familia"

LPO Carolina Niklison